No podría haber mejor manera de homenajear a Alfonso Guerrero que ver llenas todas las pista de chicos y chicas jugando a baloncesto llenando absolutamente todas las pistas con canastas del Colegio Salesianos, las pistas anexas al remodelado Pabellón, las pìstas a lo ancho del propio Pabellón y como no"la famosa pista verde" donde Alfonso y sus equipos sentaron cátedra en su época.
(Foto de Toni Blanco, extraída del Diario Digital Cordópolis)
En un memorial organizado por el propio Colegio Salesianos, la Delegación Cordobesa de Baloncesto y con el respaldo del Bball Córdoba, equipos representativos de Salesianos, Bball Córdoba, Andújar, Cáceres, Maristas, Addipacor, Adeba y Colegio Virgen del Carmen, disputaron un torneo preparado para las categorías de minibasket, preinfantil e infantil, tanto para equios masculinos como femeninos.
Estuve dándo una vuelta por Salesianos y el ambiente baloncestístico y la sana competencia-convivencia deportiva inundaba cualquier rincón del Colegio. Saludé a mucha gente conocida, pero me dió mucha alegría hablar con mi amigo Tripi un hombre al que se le notaba profundamente emocionado (Alfonso era uno de sus grandes íntimos), ya sabes Tripi que me prometiste algo importante para el blog y lo espero como agua de mayo. También ví por alli a gente importante del baloncesto, como Abilio Antolín, Antonio Franco, Juan Rubio, etc, y entrenadores de nivel como Juan Pablo Márquez que dirigía a los preinfantiles e infantiles del Colegio San Antonio de Cáceres, Nacho Criado coordinador del CB Andújar que acudió al memorial con varios equipos, uno de ellos dirigido por el actual jugador de Liga EBA Rafa Ramos y dos hombres enfrascados en la organización del certamen y preocupándose que no le faltara nada a nadie Rafa Gomáriz (Gerente del Bball) y Juan García (Presidente del Club Baloncesto Salesianos).
Pero lo mas importante es la celebración de un homenaje en memoria de una persona del balonceto de toda la vida, un homenaje totalmente merecido y que seguro que desde el cielo lo contemplaria y disfrutaría viendo todas las pistas llenas de niños y niñas botando el balón, tirando a canasta, dando buenas asitencias y peleándose por cada balón perdido. Una jornada memorable que siempre quedará en el recuerdo.