**Siento mucha alegría cuando llegan nuevas colaboraciones ténicas al Blog, por ello agradezco al entrenador malagueño Miguel Rodríguez Tovar este segundo post que en las últimas fechas ha enviado a Viveelbasket. Creo que ha sido muy valiente en su exposición y mete muy bien el dedo en la llaga en un tema tan importante como es el arbitraje en las categorías mas pequeñas, ¡felicidades por el artículo!**
ARBITRAR EN CATEGORÍAS BABY Y PREMINI
Cuando uno ve un partido de una categoría baby o premini donde los niños son muy pequeños, es habitual ver como durante el partido, los jugadores hacen innumerables pasos y dobles y donde se pitan poquísimas faltas. Los árbitros se dedican a dejar jugar y a dejar que acabe el partido lo antes posible.
Cuando hablas con el árbitro lo que suele decir habitualmente es que como son tan pequeños y no saben jugar, si tiene que pitar todo, los niños no jugarían y el partido sería muy trabado.
Particularmente creo que esto es un error y más tarde intentaré explicar siempre bajo mi punto de vista porqué no se debería actuar así en este tipo de partidos.
El motivo de que normalmente se pite así suelen ser varios: muchas veces estos partidos son asignados a árbitros principiantes ya que no suele haber nunca problemas en ellos. Otras veces los propios árbitros lo toman como un mero trámite e intentan que los partidos duren lo menos posible para así llegar con fuerzas al siguiente partido donde seguro tendrán que tener más exigencia física y técnica. Y otras veces, simplemente no se dan cuenta de que arbitrar este tipo de partidos es fundamental para el desarrollo del jugador y donde el árbitro cumple una función pedagógica muy importante.
Es en este punto donde empiezo a explicar porqué debemos hacer un arbitraje más activo cuando nos toque pitar a pequeños que empiezan en esto del basket.
En primer lugar decir que los niños y niñas aunque pequeños no son tontos. Esto es muy importante ya que si al pitar unos pasos por ejemplo donde el niño ha dado 4 o 5 pasos antes de botar, tú como árbitro pero sobre todo como pedagogo le explicas que no puede andar ni correr antes de botar, el niño a la próxima vez seguramente no logrará evitar hacer pasos de salida, pero si se lo vuelves a explicar un par de veces más, junto con las veces que lo va a escuchar cuando se lo expliquemos a los compañeros cuando éstos cometan la misma infracción, seguro que el niño corrige ese gesto e intenta hacerlo mejor. Seguramente no vaya a hacer una salida cruzada perfecta sin mover el pie de pivote, pero si lo hará mucho mejor. Vuelvo a recordar que los niños no son tontos.
Esta misma forma de actuar es aplicable a los dobles por ejemplo o a las faltas personales. Muchas veces los niños terminan haciéndose daño porque como el árbitro no pita nada, cada vez el juego se espesa más y se convierte en un cúmulo de golpes, faltas y empujones que hacen casi imposible que haya un tiro claro a canasta.
Para los que piensan que pitando así el partido se pausa mucho y que no se les deja jugar, les diré que al principio del partido esto es así… hasta que los niños empiezan a ver quien está al mando y empiezan a comprender que no todo vale y que hay que intentar cumplir con lo que dice el árbitro. Lo que tenemos que tener muy claro como árbitros es que el criterio durante todo el partido debe ser el mismo y que no podemos pitar los pasos de salida o al entrar a canasta unas veces sí y otras no.
Si el árbitro mantiene durante todo el partido una actitud activa y pedagógica con los jugadores, el partido se convierte en un magnífico entrenamiento durante el cual éstos pueden llegar a mejorar mucho sus acciones técnicas. Muchas veces un árbitro puede lograr en un partido lo que un entrenador no consigue corregir durante varias semanas.
Mantener esta actitud en el campo además hace que los padres en la grada vean que te preocupas de los niños, que te importan y que da igual como acabe el partido ya que los niños habrán jugado a su deporte favorito y se lo habrán pasado en grande.
No hay nada más bonito para un árbitro que tras terminar un partido vengan los padres del equipo que ha perdido y que te feliciten por el trabajo realizado con los niños.
Por todo esto ruego que si algún árbitro lee esta reflexión, intente aplicar los consejos que en ella doy y por lo menos intente afrontar este tipo de partidos desde un punto de vista pedagógico y educativo. Sin duda requerirá de mayor atención y esfuerzo, pero no podemos olvidar de que los árbitros son parte muy importante de este deporte y que pueden llegar a ser una gran ayuda para los entrenadores y para los niños y niñas que empiezan a jugar sus primeros partidos.
Un saludo.
Miguel Rodríguez Tovar (Entrenador Superior de Baloncesto)